Festividad del Gran Poder mueve 68 millones de dólares en La Paz
Más de 125.000 participantes animaron la celebración religiosa y cultural. La tradición paceña combinó fe, folklore y economía pese al contexto de crisis nacional. La diana, segundo día del evento, concentró a devotos en el barrio Ch’ijini hasta la madrugada.
«Una fiesta que no duerme»
La entrada folklórica superó las 04:00 horas del domingo con 90.000 danzantes y 35.000 músicos. «Ninguno puede llegar tarde: los líderes aplican chicotazos como sanción tradicional», destaca el ritual. Los trajes de promesa reemplazaron a los del sábado, mientras banderas blancas y crespones negros recordaron a las víctimas de conflictos sociales.
Impacto económico en cadena
El alcalde Iván Arias proyectó inicialmente 70 millones de dólares, pero ajustó la cifra a 68 millones, igual que en 2024. «Por la crisis económica mantenemos el registro anterior», explicó. La festividad dinamiza a sastres, peinadores, zapateros y artesanos, consolidándose como motor de la economía local.
Devoción y pedidos por Bolivia
Los fieles visitaron el Santuario del Gran Poder para orar por la salud, sus familias y la pacificación del país. La celebración continuará hasta el martes con visitas a pasantes y compartiendo fricasé, según la tradición.
Raíces que sostienen a La Paz
Declarada «Fiesta Mayor de los Andes», el evento mezcla sincretismo religioso y cultura desde hace décadas. En 2024, ya mostraba su resiliencia como generador de empleo e identidad en medio de tensiones sociales.
El ritmo no se detiene
Pese a la coyuntura, la festividad demostró su capacidad para unir fe, tradición y economía. Su millonario movimiento y participación masiva reafirman su rol clave en la vida paceña.