Iglesia Católica boliviana exige fin a la violencia tras seis muertes

La Conferencia Episcopal Boliviana rechazó los enfrentamientos y pidió diálogo tras una semana con muertes de policías y civiles en bloqueos de seguidores de Evo Morales.
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Iglesia Católica boliviana exige fin a la violencia tras seis muertes

La Conferencia Episcopal Boliviana rechazó los enfrentamientos y pidió diálogo. El comunicado se leyó en misas dominicales tras una semana con muertes de policías y civiles en bloqueos de seguidores de Evo Morales. Cochabamba es el departamento más afectado.

«Ninguna causa justifica perder vidas»

La Iglesia Católica, mediante un comunicado de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), condenó la violencia durante los bloqueos: «Rechazamos cualquier forma de violencia, provenga de donde provenga». Subrayó que «las reivindicaciones sociales no deben derivar en actos criminales» y exigió evitar más muertes.

Llamado a la pacificación

La CEB instó a «actores políticos, sociales e indígenas a dejar de lado intereses particulares». Advirtió que «la división y el uso de armas llevan al país por un rumbo peligroso». Durante las misas, se pidió a la población «no dejarse arrastrar por el fanatismo».

Cochabamba, epicentro de la crisis

Los seguidores de Morales cumplen 14 días de bloqueos, aislando a Cochabamba. Los incidentes más graves ocurrieron en Llallagua (Potosí) y la ruta Cochabamba-Oruro: dos policías murieron por disparos, un bombero por golpes y un civil por manipular explosivos. Un estudiante de 17 años también falleció tras agresiones.

Antecedentes del conflicto

Las protestas comenzaron exigiendo la inclusión de Morales en las elecciones, pese a un fallo constitucional que lo impide. Luego derivaron en pedidos de renuncia del presidente Luis Arce, acusándolo de la crisis económica, a dos meses de los comicios.

Bolivia necesita unidad, no enfrentamientos

La CEB enfatizó que «el país requiere diálogo, no violencia». La escalada de conflictos ha generado escasez de alimentos y ataques a servidores públicos. La eficacia del llamado dependerá de la respuesta de los manifestantes y el Gobierno.