CIDH insta a líderes políticos bolivianos a detener violencia en Potosí
Cinco muertos y decenas de heridos en enfrentamientos en Llallagua. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos condenó los hechos ocurridos el 10 y 11 de junio, donde seguidores de Evo Morales atacaron instituciones y fuerzas policiales.
«Líderes deben promover diálogo y evitar más violencia»
La CIDH emitió un comunicado exigiendo que las autoridades políticas «coadyuven a detener la violencia» y garanticen derechos humanos. «Condenamos la escalada de violencia desde el 2 de junio», señaló el organismo, tras registrarse cuatro agentes estatales y un civil fallecidos por impactos de bala.
Periodistas amenazados y bloqueos generalizados
La RELE (Relatoría Especial para la Libertad de Expresión) alertó sobre amenazas a comunicadores que cubrían las protestas. Los manifestantes, bajo reclamos por el alto costo de vida y escasez de combustible, mantenían bloqueos en Potosí y Chapare.
Dos días que conmocionaron al norte potosino
El 10 de junio, seguidores de Morales rebasaron controles policiales y atacaron edificios públicos en Llallagua. Al día siguiente, un contingente policial fue emboscado al ingresar al municipio, resultando en las cinco muertes. El cabildo local declaró «enemigos de Llallagua» a Morales y sus simpatizantes.
Un conflicto que viene de lejos
Las protestas se enmarcan en un clima de tensión social por la crisis económica, con demandas históricas en regiones mineras como Potosí. La CIDH recordó que el Estado debe garantizar protestas pacíficas y proteger la institucionalidad democrática.
Llallagua espera justicia
Los hechos dejan un saldo trágico y reclamos de investigación. Mientras la CIDH monitorea la situación, la presión internacional aumenta para que Bolivia evite nuevos episodios de violencia.