Iglesia boliviana pide frenar espiral de violencia tras muertes en Llallagua
La Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) exige diálogo ante los enfrentamientos. Tras los hechos violentos en Llallagua, que dejaron muertos y bloqueos en carreteras, la Iglesia advierte que la situación agrava la división social. El llamado se hizo público este 13 de junio mediante un comunicado leído por el secretario general Giovani Arana.
«La violencia no puede ser el camino»
La CEB expresó sus condolencias a las familias afectadas y rechazó «cualquier forma de violencia, provenga de donde provenga». Subrayó que las reivindicaciones sociales no deben derivar en actos criminales, especialmente con uso de armas contra civiles o servidores públicos: «Esto es inaceptable», señaló el documento difundido por ERBOL.
Un país en riesgo
El comunicado describe una Bolivia marcada por enfrentamientos entre bolivianos, bloqueos, escasez de alimentos y uso de armas. La Iglesia alerta que este rumbo genera más dolor y división, e insta a actores políticos y sociales a evitar más pérdidas humanas: «Asuman con madurez y responsabilidad histórica».
Llamado a la unidad y la reflexión
La CEB pidió a la sociedad no dejarse arrastrar por violencia o fanatismo e invitó a «unirse en oración y reflexión». Destacó que el país necesita diálogo, tolerancia y soluciones, no enfrentamientos. El mensaje coincide con la intervención militar para desbloquear la ruta Cochabamba-occidente.
Antecedentes: Un clima que se envenena
Los incidentes en Llallagua se enmarcan en una ola de protestas y bloqueos que han paralizado regiones del país. La Defensoría del Pueblo convocó mesas de diálogo para establecer treguas humanitarias, mientras líderes políticos intercambian acusaciones públicas.
¿Habrá espacio para la paz?
La advertencia de la Iglesia resalta el deterioro del clima social. Su influencia moral podría ser clave para frenar la escalada de violencia, aunque la solución dependerá de la respuesta de los actores involucrados.