Israel ataca instalaciones nucleares de Irán en Teherán

El primer ministro israelí afirma que el objetivo era el «corazón del programa nuclear iraní». Los ataques aéreos se produjeron en la madrugada del 13 de junio, tras meses de tensiones. Estados Unidos niega participación pero advierte a Irán contra represalias.

«Una operación preventiva contra la amenaza nuclear»

Israel lanzó un ataque militar contra instalaciones clave del programa nuclear iraní, incluyendo su principal planta de enriquecimiento y viviendas de científicos. Benjamin Netanyahu declaró que la operación «continuará hasta eliminar la amenaza». El ministro de Defensa israelí activó un «estado de emergencia especial» ante posibles represalias.

La postura de Estados Unidos

El secretario de Estado Marco Rubio afirmó que Washington «no participó en los ataques», pero advirtió a Irán que no ataque intereses estadounidenses. La declaración omitió el habitual respaldo incondicional a Israel, reflejando tensiones entre ambos gobiernos.

Un conflicto con raíces profundas

Israel considera a Irán una amenaza existencial por su programa nuclear y apoyo a grupos como Hamás y Hezbolá. El ataque se produce pese a las negociaciones lideradas por EE.UU., previstas para el 14 de junio en Omán. Irán insiste en que su programa tiene fines pacíficos.

El riesgo de una escalada regional

El ministro de Defensa iraní había advertido el 11 de junio que EE.UU. «enfrentaría consecuencias» si fracasaban las negociaciones. Republicanos como Lindsey Graham apoyaron el ataque israelí, mientras analistas dudan que destruya por completo la infraestructura nuclear iraní, en su mayoría subterránea.

Una decisión con consecuencias globales

El ataque aumenta la tensión en Oriente Medio, con posibles repercusiones en la seguridad energética y alianzas internacionales. Israel justifica la acción como defensa propia, pero el escenario abre incógnitas sobre la respuesta iraní y el papel de EE.UU. en la contención del conflicto.