Evo Morales ordena «seguimiento» a comandantes militares desde su refugio
El expresidente acusa a altos mandos castrenses de operar contra el cultivo de coca. Desde Lauca Ñ, donde permanece custodiado por cocaleros, Morales radicaliza su discurso mientras el Gobierno despliega operativos de desbloqueo en zonas conflictivas.
«Identifiquen y vigilen a los comandantes»
Evo Morales instó a sus seguidores a «hacer seguimiento» al coronel Óscar Jaramillo Fernández, nuevo comandante en Shinahota, acusándolo de liderar una supuesta operación contra cultivos de coca en el Trópico de Cochabamba. «Si está caminando, en qué dirección… cómo (quieren) atentar», declaró. Las Fuerzas Armadas y la Policía ejecutan simultáneamente operativos para desbloquear vías en Cochabamba y Potosí.
Señalamientos contra altos mandos
Morales también nombró a otros oficiales: al general Wilson Sánchez lo llamó «Diablo Sánchez» por presuntamente cortar servicios básicos; al coronel Guarachi Morales lo vinculó con enfrentamientos en Parotani, y al general Aguilar lo acusó de «planificar la represión». Aseguró que el 80% de los militares apoyan su movimiento y reveló supuestas reuniones entre mandos castrenses y el Órgano Judicial.
Entre bloqueos y órdenes judiciales
El presidente Luis Arce ordenó operativos policiales y militares para despejar la carretera Cochabamba-Oruro, bloqueada hace 10 días por simpatizantes de Morales. Mientras, el expresidente enfrenta una orden de aprehensión por trata y abuso de menores y no abandona Lauca Ñ, custodiado por cocaleros. Su discurso se ha vuelto más confrontacional desde ese enclave.
Un conflicto que no cesa
La tensión entre el evismo y el arcismo se agudiza en medio de protestas y operativos de seguridad. Morales, líder histórico del MAS, mantiene una base leal en el Trópico, mientras el Gobierno intenta contener la crisis con medidas que incluyen el despliegue militar.
Las palabras pueden escalar la crisis
Los llamados de Morales al «seguimiento» de militares generan preocupación por posibles actos de vigilancia ilegal. La situación podría complicar aún más la estabilidad institucional en un país polarizado y con vías clave paralizadas.