Gobernadores demócratas preparan sesiones de emergencia ante recortes federales

Estados como Nueva York y California evalúan medidas urgentes para mitigar el impacto de un proyecto republicano que reduciría 300.000 millones de dólares en ayudas alimentarias y Medicaid. La CBO estima que 7,6 millones perderían cobertura médica.

«El proyecto es destructivo y desestabilizador»

Gobernadores demócratas, desde Kathy Hochul (Nueva York) hasta Tim Walz (Minnesota), advierten que convocarán sesiones extraordinarias si se aprueba el plan del GOP. «Nada nos impide actuar ante lo que venga de Washington», declaró Hochul. La medida transferiría por primera vez costes de SNAP a los estados a partir de 2028.

Impacto inmediato en los presupuestos

El 1 de julio comienza el año fiscal en la mayoría de estados, cuyos presupuestos ya están cerrados. Brian Sigritz, de la NASBO, alerta: «Ningún estado podrá absorber todos los costes». Opciones como subir impuestos o recortar beneficios son inevitables, según expertos.

Reacciones cruzadas

Republicanos como Tom Lackey (California) critican la «gestión fiscal demócrata», mientras legisladores como Gustavo Rivera (Nueva York) proponen subir impuestos a los ricos para compensar los recortes a Medicaid. Incluso en estados conservadores como Alabama, hay rechazo a asumir el coste de SNAP.

Un año fiscal en la cuerda floja

La pandemia ya había tensionado las arcas estatales antes de este proyecto, que ahondaría en programas clave. Connecticut evalúa declarar «emergencia fiscal» para elevar su techo de gasto, según el gobernador Ned Lamont.

Legisladores con la maleta preparada

Demócratas como Patrick Ahrens (California) prometen «volver a sesionar incluso en festivos» para proteger ayudas sociales. En Virginia Occidental, el líder minoritario Mike Woelfel insta a su gobernador republicano a actuar, pese al «riesgo político» que supone.