Iglesia Católica advierte que conflicto en Llallagua «tiende a agravarse»
Monseñor Centellas pide levantar medidas de presión tras saqueos y destrozos. Los hechos violentos del 10 de junio dejaron instituciones públicas y comercios dañados. Familias organizan barricadas mientras persisten cinco bloqueos en la carretera Oruro-Potosí.
«No es ocasión para medir fuerzas»
El arzobispo de Sucre, Ricardo Centellas, alertó que «el conflicto social persiste y tiende a agravarse», tras los disturbios en Llallagua (Potosí). «Esto hace sufrir a nuestro pueblo, especialmente a las familias más pobres», declaró. Una turba ingresó violentamente al municipio, saqueando comercios y destruyendo edificios públicos.
Respuesta ciudadana y bloqueos
Los habitantes organizaron barricadas para evitar nuevos ataques. Hasta las 20:00 del 10 de junio, cinco puntos de bloqueo seguían activos en la carretera principal. El Ministerio de Educación ordenó clases a distancia para proteger a los estudiantes.
«Medidas estructurales contra la inflación»
Centellas exigió al Gobierno «acciones inmediatas que no perjudiquen a los más vulnerables». Propuso evaluar los subsidios a carburantes: «Si seguimos así, el problema empeorará». La crisis económica agudiza la tensión social.
Llallagua: heridas abiertas
El municipio potosino enfrenta conflictos recurrentes por la inflación y la escasez de recursos. La violencia del 10 de junio refleja la fractura social, con ataques a infraestructura pública y privada.
Un llamado a la calma con urgencia
La Iglesia insta a evitar más enfrentamientos mientras la población exige seguridad. La situación económica y los bloqueos prolongados profundizan el malestar social en la región.