Evo Morales amenaza con bloqueos para forzar su candidatura

El exmandatario boliviano busca alterar el escenario político con movilizaciones, insistiendo en ser habilitado sin sigla. Sus bases actúan por obligación, según un audio filtrado.
Agencia de Noticias Fides - Bolivia
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Evo Morales amenaza con bloqueos para forzar su candidatura

El exmandatario busca por quinta vez alterar el escenario político con movilizaciones. Insiste en ser habilitado «sin sigla» y compara su lucha con la de Tupac Katari. Sus bases, sin embargo, actúan por obligación y no por convicción, según revela un audio filtrado.

«¿Acaso Tupac Katari pedía viáticos?»

La frase, pronunciada por Morales en octubre de 2024, revela el descontento con sus seguidores, quienes exigen apoyo logístico para bloquear. «Sin él no puede haber elecciones», insiste el exmandatario, que ahora planea un cerco a La Paz inspirado en la rebelión indígena de 1781.

De líder mesiánico a figura cuestionada

Tras ser visto como «el Tupac Katari del siglo XXI», su imagen se desplomó por escándalos como el Fondo Indígena y contratos con la china CAMSE por 2.500 millones de dólares. Las movilizaciones actuales se sostienen por miedo y no por fe, según el análisis.

Cuatro fracasos y una quinta apuesta

Desde octubre de 2023, Morales ha intentado sin éxito generar «el mito del bloqueo», que requiere violencia para cambiar el poder. La última movilización, en octubre de 2024, duró 21 días y solo dejó «enormes daños al país». Juan Ramón de la Quintana, su estratega, insiste en que «los bloqueos deben provocar sangre».

De mito a mortal

El 21F marcó el inicio del desencanto popular hacia Morales, quien pasó de ser visto como un líder incorruptible a «cualquier mortal» expuesto a corrupción. Esto explica por qué sus bases ya no se movilizan por convicción, a diferencia de las protestas que lo derrocaron en 2019.

Todo o nada en la quinta convulsión

Morales arriesga su futuro político con este nuevo intento de bloqueo. Si fracasa, podría ser su «entierro» definitivo. El autor advierte que, sin convicción popular, solo quedan los daños colaterales de una estrategia repetida.