160 millones de niños trabajan en el mundo, alejándolos de la escuela

Uno de cada diez menores de 5 a 17 años realiza labores, la mitad en condiciones peligrosas. En Bolivia, 297.000 niños y adolescentes trabajan pese a la prohibición legal.
El Deber

160 millones de niños trabajan en el mundo, alejándolos de la escuela

Uno de cada diez menores de 5 a 17 años realiza labores, la mitad en condiciones peligrosas. En Bolivia, 297.000 niños y adolescentes trabajan pese a la prohibición legal, según datos del INE. La informalidad y la deserción escolar agravan el problema, denuncia la Defensoría de la Niñez.

«Prefiero que salgan adelante mis hermanitos»

Luis (16 años), carretillero en el mercado Abasto de Santa Cruz, abandonó la escuela en 2023 para sostener a su familia. «Trabajo hasta que cae la noche, sin horario fijo», relata. Como él, el 40% de los adolescentes bolivianos deja los estudios al empezar a trabajar, incumpliendo el Código Niña, Niño y Adolescente.

Lo que dice la ley (y no se cumple)

La normativa establece que el trabajo infantil no puede superar las 8 horas diarias, empezar antes de los 14 años ni realizarse después de las 22:00. Además, debe garantizar educación y recreación. Sin embargo, Raúl Yabeta, jefe de la Defensoría, advierte que «los padres repiten patrones de explotación» y muchos menores laboran en minería, bares o con químicos, actividades prohibidas.

Un problema con raíces profundas

La OIT y Unicef revelan que el 35% de los niños trabajadores no asiste a la escuela. En Bolivia, aunque el 90% completa primaria, la secundaria tiene alta deserción. La informalidad laboral empeora la situación: no hay salario mínimo ni derechos garantizados para los menores, según Yabeta.

El futuro depende de romper el ciclo

La Unicef insta a erradicar esta práctica antes del Día Mundial contra el Trabajo Infantil (12 de junio). Mientras, casos como el de Luis muestran cómo la pobreza perpetúa la vulneración de derechos, alejando a los niños de las aulas y exponiéndolos a riesgos.