Trump prohíbe la entrada a EE.UU. de estudiantes extranjeros de Harvard
La medida afecta al 27% del alumnado de la universidad. El presidente estadounidense justifica la decisión por la negativa de Harvard a compartir información sobre «actividades ilegales» de sus estudiantes internacionales. La orden choca con una medida judicial previa que protegía a la institución.
«Un privilegio, no un derecho»
Donald Trump firmó este miércoles una orden ejecutiva que bloquea el ingreso de nuevos estudiantes extranjeros a Harvard, además de autorizar al secretario de Estado, Marco Rubio, a revocar visados ya emitidos. La Casa Blanca alega «seguridad nacional» y critica la falta de cooperación de la universidad. «La admisión a EE.UU. para estudiar en una universidad ‘élite’ es un privilegio, no un derecho», declaró la fiscal general Pam Bondi.
Un conflicto en escalada
La disputa comenzó en abril, cuando Harvard rechazó modificar sus políticas de admisión y disciplina exigidas por Trump. La administración respondió congelando más de 2.000 millones en fondos federales y amenazando con eliminar su exención fiscal. En mayo, el presidente propuso desviar 3.000 millones de ayudas universitarias a escuelas técnicas.
Harvard contraataca en los tribunales
La universidad demandó al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) tras otro intento gubernamental de excluirla del Programa de Estudiantes e Intercambios (SEVP). Un juez federal emitió una orden cautelar para proteger a Harvard mientras se resuelve el litigio, aunque la Casa Blanca se opone a cualquier restricción judicial.
Antecedentes: Una batalla legal con raíces políticas
El conflicto surge de acusaciones de la administración Trump sobre presuntas violaciones de derechos civiles y antisemitismo en Harvard. La universidad insiste en que está abordando esos problemas, pero se niega a cambiar sus políticas centrales. El 27% de sus estudiantes son internacionales, muchos dependen de visados gestionados a través del SEVP.
¿Qué sigue?: La justicia tiene la última palabra
La jueza federal Allison Burroughs prepara una medida que blindaría a Harvard durante el proceso legal. Mientras, la orden de Trump amplía el enfrentamiento con las élites académicas, aunque su aplicación práctica dependerá de las resoluciones judiciales pendientes.