Suboficial del Ejército es aprehendido por asesinato de coronel Soliz
Hallan municiones y dinero oculto en su habitación. El crimen ocurrió el 30 de mayo en el Regimiento Manchego de Montero. El sospechoso, cajero militar, intentó desviar la investigación con panfletos falsos.
«Un crimen con huellas de premeditación»
El teniente coronel Juan Javier Soliz fue asesinado de un disparo en la cabeza al regresar a su vivienda militar. El viceministro Jhonny Aguilera confirmó que el atacante usó «información privilegiada», aprovechando fallas de seguridad en el cuartel. El sospechoso, suboficial Bismar G.I., dejó panfletos falsos sobre el Chapare para «distraer», según las autoridades.
Las pruebas clave
En la habitación del aprehendido hallaron 20.000 bolivianos bajo el colchón y municiones de grueso calibre almacenadas irregularmente. Como cajero, debía custodiar ese dinero en cajas fuertes, lo que sugiere un «mal manejo económico», según Aguilera. El Ejército inició una auditoría.
Contradicciones y llamadas sospechosas
El suboficial afirmó haber disparado «a un animal», pero testigos desmintieron su versión. Además, llamó a un abogado para consultar sobre procedimientos legales tras el crimen. El IDIF analiza restos de pólvora en sus manos.
Un regimiento vulnerable
El cuartel carecía de muros perimetrales y cámaras de vigilancia, con solo una tranca de acceso. El fiscal Roger Mariaca no descarta complicidad logística. Secuestraron documentos del regimiento para seguir la pista del móvil.
Adiós al «Ranger»
Soliz, comandante del regimiento Rangers, fue sepultado el 2 de junio en Cochabamba. Recibió el disparo por la espalda con un arma de grueso calibre, lo que refuerza la hipótesis de un ataque planeado.
Justicia en marcha
El sospechoso enfrenta cargos por encubrimiento y almacenamiento ilegal de munición. La Fiscalía continúa tomando declaraciones a militares y exfuncionarios, mientras espera resultados forenses clave.