Economista critica incumplimiento de decálogo para mejorar la economía boliviana
El IBCE propuso en 2007 diez medidas clave que no se aplicaron. Gary Antonio Rodríguez analiza cómo estas omisiones afectaron al crecimiento y competitividad del país. El texto revisa cada punto tras 18 años, destacando oportunidades perdidas.
«Diez oportunidades desaprovechadas»
El economista Gary Antonio Rodríguez, del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), evalúa el incumplimiento del decálogo presentado en 2007 para impulsar la economía. «Privilegiar una agenda productiva y por la competitividad» fue el primer punto ignorado, lo que, según el autor, agravó la crisis tras el fin del superciclo de materias primas en 2014.
Errores en política económica e integración
Rodríguez destaca que la ideología primó sobre la economía, perjudicando a productores y exportadores. Bolivia rechazó tratados clave como el TLC con EEUU y la UE, y optó por acuerdos como el ALBA y el TCP, que «resultaron un fiasco». Además, el país acumuló un déficit de 45.000 millones de dólares con el MERCOSUR.
Contrabando y dependencia del gas
Pese a recomendar combatir el contrabando, este persiste, especialmente en sectores como la ropa usada. Tampoco se diversificó la economía: «No encandilarse con la renta del gas natural» fue otra advertencia ignorada, lo que dejó al país vulnerable ante la caída de precios y producción.
Un contexto de advertencias olvidadas
El decálogo del IBCE surgió en 2007, durante el auge económico boliviano, pero sus propuestas —como impulsar exportaciones no tradicionales o mejorar la gestión pública— no se ejecutaron. La dependencia de materias primas y decisiones ideológicas marcaron el rumbo contrario.
Lecciones pendientes para el futuro
Rodríguez concluye que los actuales problemas económicos son consecuencia de no haber aplicado las medidas propuestas. La falta de competitividad, diversificación y apertura comercial sigue limitando el desarrollo, según el análisis estrictamente basado en el documento original.