Senado estadounidense debate recortes a Medicaid en megaproyecto de ley
El líder republicano John Thune intenta convencer a moderados para aprobar la reforma antes del 4 de julio. El proyecto, ya aprobado en la Cámara Baja, enfrenta resistencia por sus ajustes al programa de salud para personas de bajos ingresos. Tres votos republicanos en contra podrían bloquear la iniciativa.
«Un campo minado político»
El Senado estadounidense entra en fase decisiva para modificar el megaproyecto de ley que incluye recortes a Medicaid, programa que cubre a 90 millones de personas. «Thune solo puede perder tres votos de su partido», según el análisis de POLITICO. Entre los opositores figuran senadores como Josh Hawley (Missouri), Lisa Murkowski (Alaska) y Susan Collins (Maine), quienes rechazan los recortes aprobados por la Cámara de Representantes.
Puntos críticos
Uno de los mayores obstáculos es la congelación de impuestos a proveedores médicos, mecanismo usado por la mayoría de estados para financiar Medicaid. El senador Jim Justice (Virginia Occidental) lo calificó como un «problema real». Mientras, otros republicanos como Kevin Cramer (Dakota del Norte) piden «reducir, no solo congelar» esos impuestos.
Presión interna y advertencias
El jefe de los Centros de Medicare y Medicaid (CMS), Mehmet Oz, defendió en el podcast «The Conversation» que los requisitos laborales incluidos en el proyecto «protegerían el programa a futuro». Pero la senadora Joni Ernst (Iowa) generó polémica al responder a críticas con un «todos vamos a morir», dando argumentos a los demócratas para campañas publicitarias.
Los halcones del déficit
El ex presidente Donald Trump presionó al senador Rand Paul (Kentucky) para que apoye el proyecto, pese a su rechazo al aumento del techo de deuda incluido. Paul advirtió en CBS: «Me sorprendería que el proyecto no se modifique en una buena dirección». Otros republicanos como Ron Johnson (Wisconsin) exigen revisar «línea por línea» el presupuesto.
Un legado de tensiones
Medicaid, creado en 1965, ha sido históricamente un campo de batalla entre republicanos —que buscan limitar su crecimiento— y demócratas —que defienden su expansión—. El programa representa el 10% del gasto federal y su reforma es clave en las negociaciones presupuestarias.
El reloj sigue corriendo
El resultado de estas negociaciones definirá el futuro de Medicaid y la viabilidad del megaproyecto antes del plazo límite del 4 de julio. Mientras, los demócratas preparan objeciones ante el parlamentario, especialmente contra una cláusula que limitaría el poder judicial para hacer cumplir órdenes de desacato.