Deuda pública de Bolivia alcanza el 95% del PIB en 2024

El FMI advierte riesgos de impago y exige ajustes estructurales en Bolivia, mientras expertos locales proponen cambios graduales para evitar una crisis social.
Agencia de Noticias Fides - Bolivia
Mano sosteniendo varios billetes de bolivianos.
Una imagen que muestra varias denominaciones de billetes bolivianos sostenidos en una mano.

Deuda pública de Bolivia alcanza el 95% del PIB en 2024

El FMI advierte riesgos de impago y exige ajustes estructurales. Expertos locales piden cambios graduales para evitar crisis social. El informe se publicó el 31 de mayo de 2025 tras análisis de la economía boliviana.

«Un ajuste doloroso si no se actúa ahora»

El FMI señaló en su Informe del Artículo IV que la deuda pública boliviana llegó al 95% del PIB en 2024, financiada principalmente por el Banco Central de Bolivia (BCB) ante la falta de recursos externos. «Las políticas actuales son insostenibles», alertó el organismo, instando a reformas monetarias.

Voces locales: entre el shock y la gradualidad

El economista Fernando Romero propone ajustes «estructurales pero paulatinos»: eliminar subsidios a hidrocarburos, revisar el tipo de cambio y recortar gasto público. «Un ajuste brusco como el argentino sería traumático», advirtió, citando riesgos en empleo y pobreza.

Riesgo de default y créditos futuros

Julio Linares, otro experto consultado, destacó que el peligro de impago (default) preocupa a organismos multilaterales. Subrayó que futuros préstamos tendrán «condiciones más duras» y exigirán un plan de austeridad que «no genere crisis social».

Deuda que crece, gas que no alcanza

La deuda se incrementó por el uso de créditos para financiar gasto corriente y el PIB, en un contexto de caída en los ingresos por exportaciones de gas. El BCB asumió gran parte del financiamiento ante la escasez de divisas.

El reloj de la deuda sigue avanzando

El FMI y los economistas coinciden en que la inacción derivaría en un ajuste «desordenado». Las soluciones pasan por reformas fiscales y monetarias, aunque con cautela para no afectar a la población vulnerable. La credibilidad ante acreedores será clave para nuevos financiamientos.