Tribunales frenan aranceles de Trump por exceder su autoridad
Dos cortes federales anularon los aranceles de emergencia impuestos por el presidente estadounidense. Los jueces determinaron que invocó una ley de 1977 de manera «ilegal», rompiendo con cinco décadas de práctica presidencial.
«Leyes viejas, interpretaciones nuevas»
Donald Trump ha intentado aplicar estatutos antiguos u oscuros para impulsar su agenda, desde deportaciones hasta restricciones laborales. «Los tribunales señalan que sus reinterpretaciones carecen de base legal», destacan las sentencias. La Casa Blanca acusa a los jueces de «activismo político».
El caso de los aranceles
Los jueces bloquearon los aranceles globales al considerar que Trump abusó de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia (IEEPA). Esta solo permite medidas excepcionales en circunstancias limitadas, no para políticas económicas generales.
Deportaciones bajo una ley de 1798
Trump invocó la Ley de Enemigos Extranjeros para expulsar a presuntos pandilleros venezolanos. Tres jueces rechazaron su argumento: «No hay invasión ni incursión predatoria, como exige la ley». Solo un magistrado designado por Trump avaló su postura.
Restricciones a inmigrantes y académicos
El gobierno reactivó una ley de 1940 para obligar a inmigrantes a registrarse, pero un juez desestimó las primeras multas por falta de notificación. Además, el secretario Marco Rubio revocó visas a estudiantes pro-palestinos usando un estatuto de 1990, lo que jueces tacharon de «sin precedentes y contrario a la libertad de expresión».
Cuando «seguridad nacional» choca con derechos laborales
Trump intentó eliminar la negociación colectiva para dos tercios de empleados federales, alegando que trabajan en áreas de seguridad nacional. Un juez lo frenó al considerar que su definición era «más amplia de lo que el Congreso pretendía».
Una estrategia recurrente, pero con límites
Desde su primer mandato, Trump ha recurrido a leyes poco usadas para sortear obstáculos legislativos. Sin embargo, los tribunales han marcado un freno constante, incluso con jueces designados por él. Las apelaciones mantienen en suspenso algunas medidas, pero refuerzan el debate sobre los límites del poder presidencial.
El peso de la historia en la Casa Blanca
Las leyes invocadas por Trump surgieron en contextos bélicos (1798, 1940) o de Guerra Fría (1977). Su aplicación original fue limitada y específica, algo que los jueces destacan al rechazar su uso expansivo.
Las cortes tienen la última palabra (por ahora)
Los fallos recientes muestran que, pese a su insistencia, Trump no puede reinterpretar leyes a conveniencia. El desenlace final dependerá de las apelaciones, pero ya han generado incertidumbre jurídica y política.