Vallegrande sufre su primera helada del año con temperaturas bajo cero
Las temperaturas alcanzaron -1,2°C y afectaron cultivos en el municipio cruceño. El fenómeno climático, sumado a la escasez de diésel y el alza de insumos, genera pérdidas en el sector agrícola. Productores advierten sobre el riesgo para la canasta familiar.
«El cielo despejado incrementa el riesgo de nuevas heladas»
Carlos Vargas, director de Desarrollo Productivo de Vallegrande, confirmó que la madrugada del jueves se registró la primera helada del año en zonas bajas. Cultivos sensibles como hortalizas y frutas ya reportan daños. «La situación puede repetirse», alertó Vargas, vinculando el fenómeno al reciente ingreso del ‘surazo’.
Productores en emergencia
Luis Alberto Banegas, presidente del Bloque Productivo de los Valles Cruceños, calificó la situación como «crítica». «Estamos a punto de dejar de producir. Si eso pasa, no llegará alimento a la ciudad», declaró. Este viernes convocaron una asamblea urgente con asociaciones y autoridades para buscar soluciones.
Impacto en los mercados
Comerciantes reportan aumentos de hasta el 140% en frutas como mandarinas. «Antes costaban 25 bolivianos las 100 unidades, ahora están a 60», explicó una vendedora. Productos importados también se encarecieron, según testimonios recogidos en centros de abastecimiento de Santa Cruz.
Un cóctel de factores adversos
La helada se suma a problemas estructurales: escasez de diésel, altos costos operativos y fluctuación del dólar. Productores exigen medidas gubernamentales inmediatas para evitar el colapso de la producción local, que ya había sido declarada en «quiebra» previo al evento climático.
El frío no es el único enemigo
El sector agrícola de Vallegrande enfrenta una crisis multifactorial. La helada agravó una situación ya delicada por la falta de combustible y la inflación en insumos. Históricamente, la región es clave en la producción de frutas y hortalizas para el oriente boliviano.
¿Se encarecerá aún más la canasta familiar?
Los efectos en los precios de alimentos podrían extenderse si persisten las condiciones actuales. Los productores insisten en que la inacción afectaría directamente el abastecimiento urbano, aunque aún no se cuantifican las pérdidas totales.