El Tribunal Supremo de EE.UU. limita las revisiones ambientales de proyectos
Los organismos federales ya no deberán evaluar impactos indirectos de infraestructuras. La sentencia unánime (8-0) modifica la aplicación de la Ley de Política Ambiental Nacional (NEPA). El fallo afecta a permisos de transporte y energía, como gasoductos o terminales de gas.
«Solo efectos directos, no consecuencias amplias»
El juez Brett Kavanaugh escribió que la NEPA «no exige analizar impactos de proyectos separados». Las agencias tendrán «margen de discreción» al definir el alcance de sus estudios. «Los ciudadanos no pueden usar la NEPA para retrasar obras alegando efectos ambientales ajenos», añadió.
Disenso en la unanimidad
Sonia Sotomayor, respaldada por Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson, coincidió en el fallo pero criticó que la mayoría basara su argumento en «cuestiones de política» en lugar de jurisprudencia previa. Neil Gorsuch se abstuvo tras presiones por sus vínculos con la petrolera Anschutz.
Un debate con años de polémica
Tribunales inferiores exigían desde hace años evaluar el impacto climático acumulativo de proyectos energéticos, como el gas natural licuado. La NEPA, vigente desde 1970, regula revisiones ambientales pero no determina las decisiones finales de las agencias.
Menos obstáculos para infraestructuras críticas
La sentencia agilizará permisos de proyectos al reducir requisitos de análisis. Sin embargo, mantiene la obligación de estudiar impactos ambientales directos, evitando bloqueos judiciales por efectos indirectos.