Bolivia logra estatus libre de aftosa sin vacunación, pero con bloqueo a exportaciones
El país comparte el reconocimiento solo con Brasil en la región. La OMSA certificó el hito sanitario en París, fruto de 24 años de trabajo. Sin embargo, las ventas al exterior de carne siguen paralizadas por decisión gubernamental desde febrero.
Un logro histórico con sabor amargo
Bolivia recibió este miércoles en la 92.ª Asamblea de la OMSA el certificado que la acredita como «país libre de aftosa sin vacunación», un estatus que solo comparte con Brasil en Sudamérica. La delegación técnica boliviana, integrada por el Senasag, federaciones ganaderas y frigoríficos, destacó que este reconocimiento «abre mercados estratégicos como Japón, Corea del Sur o Estados Unidos».
Ausencias y contradicciones
Llama la atención que ni el ministro de Desarrollo Rural ni el director del Senasag asistieron al acto en París. Los productores critican que, pese al avance sanitario, el Gobierno mantiene bloqueadas las exportaciones de carne desde febrero, alegando alzas de precios internos. «Esto contradice los esfuerzos técnicos y afecta empleo y divisas», señalaron.
24 años de trabajo en riesgo
El logro es resultado de 48 campañas de vacunación desde 2001, bajo un modelo de cogestión público-privada liderado por el Senasag y Congabol. Bolivia se convierte así en uno de los 67 países con este estatus a nivel mundial, lo que refuerza su imagen como proveedor de carne segura y con trazabilidad.
Falta de estrategia comercial
El sector privado exige negociaciones bilaterales y diplomacia sanitaria para aprovechar el certificado. «Se necesitan decisiones políticas valientes para vender carne al mundo», reclaman. Preocupa que la restricción a las exportaciones, vigente desde hace cuatro meses, frene las oportunidades comerciales.
De la erradicación al bloqueo
Bolivia inició su lucha contra la aftosa en 2001 con un plan sistemático de vacunación. El nuevo estatus sanitario llega en un momento crítico: las exportaciones de carne generaban más de $us 300 millones anuales antes del bloqueo, según datos no oficiales. El Gobierno justifica la medida para contener el precio local, pero los ganaderos insisten en que «el problema es la falta de políticas claras».
Un certificado que pide acciones
El reconocimiento de la OMSA posiciona a Bolivia en el mapa global de carne premium, pero su impacto real dependerá de que se levanten las restricciones y se concrete una estrategia de apertura comercial. Los productores advierten que el estatus sanitario solo tendrá valor si se traduce en acceso a mercados.