Canadá anuncia aumento histórico en gasto militar ante presión de la OTAN

El gobierno planea elevar la inversión en defensa al 5% del PIB. La decisión responde a las exigencias de EE.UU. y la OTAN, que critican el bajo presupuesto actual (1.37%). El ministro de Finanzas prioriza «sistemas de defensa hechos en Canadá».

«Reconstruir las fuerzas armadas con industria local»

François-Philippe Champagne, ministro de Finanzas canadiense, declaró a POLITICO que «necesitamos reconstruir infraestructura y sistemas de defensa, pero apoyando a empresas y trabajadores canadienses». El plan busca reducir la dependencia de EE.UU. y cumplir con los nuevos objetivos de la OTAN, que podrían subir al 5% en la cumbre de junio en La Haya.

Presión internacional y contexto

Canadá es uno de los países que menos invierte en defensa dentro de la OTAN. Documentos filtrados del Pentágono revelaron que el ex primer ministro Justin Trudeau nunca planeó alcanzar el 2% del PIB, meta actual de la alianza. El presidente Donald Trump y su embajador, Pete Hoekstra, han insistido en que Canadá incremente su aporte.

Oportunidades económicas

Champagne destacó que la inversión militar impulsará sectores estratégicos, como energía nuclear y seguros (con empresas como Fairfax, líder en Ucrania). También mencionó créditos fiscales para atraer capital extranjero, aunque advirtió que «combatiremos los aranceles estadounidenses que dañan nuestra economía».

Un giro tras décadas de austeridad

Canadá mantuvo un gasto militar por debajo del 1.5% del PIB desde 2010, pese a las críticas de aliados como EE.UU. La guerra en Ucrania y las tensiones comerciales globales aceleraron el cambio. El gobierno presentará un presupuesto detallado en otoño, tras la cumbre de la OTAN.

¿Una nueva era para la defensa canadiense?

El plan dependerá de acuerdos con el sector privado y la coordinación con el Ministerio de Defensa. Analistas señalan que, aunque ambicioso, el objetivo del 5% enfrentará desafíos fiscales. La eficacia se medirá en su capacidad para fortalecer la soberanía industrial sin afectar otros programas sociales.