RFK Jr. amenaza con prohibir publicaciones en revistas médicas líderes
El secretario de Salud de EE.UU. acusa a las principales publicaciones de tener vínculos «corruptos» con farmacéuticas. Kennedy anunció que científicos gubernamentales dejarán de publicar en ellas y crearán revistas propias. La medida surge días después de un informe oficial que vincula la industria con el aumento de enfermedades crónicas infantiles.
«Las revistas ya no son confiables»
En un podcast, Robert F. Kennedy Jr., secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), afirmó que el New England Journal of Medicine (NEJM), JAMA y The Lancet están «corruptos» por publicar estudios financiados por laboratorios. «Crearemos nuestras propias revistas si no cambian«, advirtió, refiriéndose al Instituto Nacional de Salud (NIH).
Conflicto con la libertad académica
La postura de Kennedy choca con la del director del NIH, Jay Bhattacharya, quien defendió que los científicos puedan publicar «incluso si sus superiores no están de acuerdo«. Mientras, el informe gubernamental liderado por Kennedy señala que la presión de la industria farmacéutica limita la investigación sobre causas de enfermedades crónicas.
Polémicas previas de las revistas
Kennedy citó declaraciones de 2009 y 2015 de exeditores de NEJM y The Lancet, quienes cuestionaron la credibilidad de sus publicaciones por conflictos de interés. Además, criticó a Richard Horton, editor de The Lancet, por la retractación en 2020 de un estudio sobre hidroxicloroquina y por publicar una carta que tachó de «teoría conspirativa» dudar del origen natural del COVID-19.
Un sector bajo escrutinio
El Departamento de Justicia ya investigaba a JAMA y NEJM por presunto partidismo. Mientras, Bhattacharya y el jefe de la FDA lanzaron una nueva revista para fomentar «el discurso abierto«. Las revistas médicas afectadas no comentaron las acusaciones.
¿Revistas o lobbies?
El debate surge en un contexto donde la influencia de las farmacéuticas en la investigación médica ha sido cuestionada históricamente. Informes previos señalan que estudios financiados por la industria suelen favorecer sus productos, lo que afecta la toma de decisiones clínicas.
Un giro en la política científica
La medida de Kennedy podría redefinir la relación entre el gobierno y las publicaciones médicas. Su impacto dependerá de la capacidad del HHS para ofrecer alternativas creíbles y mantener la transparencia en la investigación pública.