Escasez de combustibles amenaza zafra y suministro de etanol en Bolivia
YPFB enviará 15 millones de litros de combustible para paliar la crisis. Protestas cañeras y largas filas en surtidores persisten pese a los anuncios oficiales. El Gobierno atribuye el desabastecimiento a condiciones climáticas en Arica.
«Sin diésel no hay zafra»: el grito de los cañeros
Productores de Mineros y Fernández Alonso bloquearon rutas y declararon emergencia, exigiendo diésel para la cosecha de caña. «Si en 72 horas no hay solución, paralizaremos el norte cruceño indefinidamente», advirtieron. La industria sucroalcoholera alerta que la falta de etanol afectará la mezcla con gasolina.
Respuesta oficial: logística bajo presión
El presidente Arce aseguró que 191 millones de litros están retenidos en buques frente a Arica por mal tiempo. YPFB activó rutas alternas desde Villazón y Yacuiba, mientras espera una «ventana operativa» entre el 28 y 30 de mayo para descargar. Paucara, director de YPFB, confirmó nuevos contratos con Perú, Argentina y Paraguay como refuerzo.
Surtidores en pie de guerra
Asosur denunció reducción en entregas de combustible y aumento de comisiones. YPFB pidió «evitar filas innecesarias» y garantizó que las plantas de almacenaje tienen «saldos suficientes para cubrir la demanda». Pese a ello, las estaciones reportan desabastecimiento intermitente.
Una tormenta perfecta
La crisis combina protestas sectoriales, retrasos portuarios y presión sobre el etanol, clave para la gasolina boliviana. El ministro Gallardo atribuyó el problema a «condiciones meteorológicas adversas» desde el 6 de mayo, mientras el sector cañero exige soluciones inmediatas para evitar el colapso de la zafra.
¿Se normalizará el suministro?
El Gobierno insiste en que la descarga de los buques en Arica restablecerá el flujo, pero los productores y surtidores mantienen escepticismo. La eficacia de las medidas alternas y los plazos de entrega marcarán el ritmo de una crisis que ya impacta en empleos y precios.