Experto critica enfoque bélico del Secretario de Defensa de EE.UU.

Thomas E. Ricks desmonta la obsesión por la 'letalidad' de Pete Hegseth, defendiendo que la clave está en formar aliados y evitar combates directos.
POLITICO
Personas con uniformes de camuflaje caminando en un bosque denso.
Individuos vestidos con ropa de camuflaje avanzando entre la vegetación espesa de un bosque.

Experto critica enfoque bélico del Secretario de Defensa de EE.UU.

Thomas E. Ricks desmonta la obsesión por la «letalidad» de Pete Hegseth. El analista defiende que la clave está en formar aliados y evitar combates directos, basándose en lecciones históricas como la Segunda Guerra Mundial.

«Ganar guerras sin morir en el intento»

El autor argumenta que el verdadero éxito militar no depende de la confrontación directa, sino de «producir, suministrar y entrenar» a aliados. Ejemplifica cómo EE.UU. venció en la Segunda Guerra Mundial apoyando logísticamente a británicos y soviéticos, evitando bajas masivas propias. «La formación reduce errores como el fuego amigo», subraya.

Errores estratégicos de Hegseth

Ricks critica los recortes del Secretario a brigadas de asistencia militar y su obsesión por reducir mandos. Destaca que «oficiales bien formados son clave para planificar», como demostraron los británicos en la Conferencia de Casablanca (1943), donde superaron a EE.UU. en preparación logística.

Lecciones desde Ucrania

La guerra actual evidencia que entrenar aliados en inteligencia y uso de equipos es vital. Ricks advierte que la retórica de Hegseth ignora que «tácticas sin estrategia son un Ferrari sin volante».

Cuando la historia dicta la estrategia

El texto recuerda que, desde 1945, las victorias de EE.UU. dependieron de alianzas sólidas y producción industrial, no de cargas frontales. La actual reducción de recursos para cooperación militar contradice este modelo.

Victoria con cabeza, no con músculo

Ricks concluye que priorizar la formación de aliados y el pensamiento estratégico salva más vidas que la «letalidad» promovida por Hegseth. La eficacia militar, insiste, requiere evitar combates innecesarios.