Filas por combustibles persisten pese a garantías gubernamentales

El Gobierno promete regularizar el abastecimiento de combustibles, pero transportistas y ciudadanos denuncian pérdidas económicas y desconfían de los anuncios oficiales.
Opinión Bolivia

Filas por combustibles se alargan pese a garantías gubernamentales

El Gobierno promete regularizar el abastecimiento desde hoy con mayores volúmenes de diésel y gasolina. Transportistas y ciudadanos denuncian pérdidas económicas y desconfían de los anuncios oficiales. La crisis afecta principalmente al eje central del país (La Paz, Cochabamba y Santa Cruz).

«Horas bajo el sol y sin comer»: el calvario en los surtidores

Mario Gutiérrez, propietario de una vagoneta, relata que espera un promedio de tres horas para cargar gasolina, situación que se agravó en los últimos cuatro meses. En el surtidor Monterrey de Cochabamba, las filas pasaron de 7 a 15 cuadras. Wilfredo Antezana, conductor con 30 años de experiencia, afirma que «no veía este nivel de desabastecimiento desde hace décadas».

El costo económico

Miguel García, transportista interdepartamental, señala que pierde viajes y credibilidad al pasar días en filas. «Estamos más en las colas que en las carreteras», reclama. Los afectados exigen una solución definitiva al Gobierno.

El Gobierno insiste: «Regularización progresiva desde hoy»

El ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, admitió que YPFB opera «al límite» por falta de divisas y reservas. Prometió priorizar el eje troncal, aunque aseguró que no descuidará otros departamentos. «Hacemos un sobreesfuerzo logístico», declaró, vinculando la mejora al desembarco de 191 millones de litros de combustible en Arica.

Demandas diarias por departamento

Según Gallardo, Santa Cruz requiere 2.7 millones de litros diarios de diésel y 2.2 millones de gasolina, seguido por La Paz (1.7 millones y 2 millones, respectivamente) y Cochabamba (1 millón en ambos casos). A nivel nacional, el consumo ronda los 7 millones de litros diarios por tipo de combustible.

Un problema que no nació ayer

La escasez de combustibles se arrastra desde hace meses, con recurrentes anuncios oficiales de normalización incumplidos. La falta de dólares y reservas en YPFB, sumada a la logística limitada, ha profundizado la crisis. Transportistas y ciudadanos llevan semanas adaptándose a largas esperas y pérdidas económicas.

La palabra final: ¿llegará el alivio?

La efectividad de las medidas dependerá de la capacidad de YPFB para distribuir los combustibles prometidos. Mientras tanto, la población sigue enfrentando jornadas extenuantes en filas, con un impacto directo en su economía y la actividad productiva.