60 mineros fallecidos en Bolivia durante los primeros meses de 2025
La cifra supera los registros del mismo periodo en 2024. Los accidentes en las minas del Cerro Rico de Potosí siguen cobrando vidas, según un informe de UNITEL. Trabajadores denuncian condiciones extremas y falta de seguridad.
«Entramos a la mina sin saber si saldremos vivos»
Heriberto Chavarría, ejecutivo de la Central Obrera Departamental, describe el trabajo minero como «muy riesgoso, donde se pone en juego la vida por recursos económicos». Edwin González, minero, añade: «Sales de casa por la mañana sin certeza de volver». La Defensoría del Pueblo alerta que los jóvenes son los más expuestos, sin protección laboral.
El costo humano del Cerro Rico
Las muertes por accidentes (derrumbes, explosiones) no incluyen los decesos por silicosis, enfermedad pulmonar causada por el polvo de sílice. Las estadísticas oficiales no detallan estas cifras, pero UNITEL confirmó el aumento respecto a 2024 durante su visita a las minas potosinas.
Una montaña que devora vidas
El Cerro Rico de Potosí, símbolo histórico de riqueza mineral, ha sido escenario de explotación y peligro por siglos. La falta de medidas de seguridad y la necesidad económica empujan a los trabajadores a asumir riesgos extremos, especialmente en un contexto de precariedad laboral y altos índices de pobreza.
Familias que esperan contra la esperanza
El informe subraya que cada muerte afecta a comunidades enteras, dependientes de este trabajo. Sin datos transparentes sobre enfermedades ocupacionales o compensaciones, la incertidumbre persiste para quienes dependen de la minería artesanal.