Andrónico da 24 horas a Evo para probar acusaciones de «traidor»
Seguidores de Morales responden con insultos al ultimátum del precandidato. La crisis en el MAS se agudiza a tres meses de las elecciones. El senador Rodríguez rechazó las acusaciones de su mentor en un video público.
«Niño traidorjudas»: la guerra de declaraciones
Los simpatizantes de Evo Morales (evistas) llenaron redes sociales de insultos contra Andrónico Rodríguez, tildándolo de «cobarde», «hipócrita» e incluso con epítetos «irreproducibles». El detonante fue el plazo dado por el senador para que Morales presente pruebas de sus acusaciones, que lo vinculan con la derecha y el «imperio». Rodríguez exigió «bajar la soberbia» y aportar evidencias más allá de «recortes de periódicos».
Reacciones en el oficialismo
El diputado Héctor Arce (MAS) calificó el mensaje de Rodríguez como «cinismo en su máxima expresión», recordando que el exmandatario le pidió «retornar a la casa» sin éxito. El senador Leonardo Loza cuestionó: «¿Quién es él para dar plazos si en cinco años no ordenó ni el Senado?». Un dirigente cocalero dio 24 horas a Rodríguez para explicar su «traición» en el Trópico.
Elecciones en juego: la fractura se profundiza
El enfrentamiento ocurre a 83 días de los comicios del 17 de agosto, donde Rodríguez compite por Alianza Popular, no por el MAS. Morales usó recortes de prensa para acusarlo de aliarse con el arcismo (derecha) y incluir «golpistas» en su lista. La división amenaza la base electoral oficialista en plena campaña.
De mentor a rival: una relación en picado
Morales fue el principal promotor de Rodríguez en el MAS, pero ahora son adversarios políticos. El expresidente insiste en que su pupilo traicionó los principios del partido, mientras el senador busca distanciarse del liderazgo evista. La ruptura refleja la pugna por el control del voto indígena y popular.
El MAS ante su prueba de fuego
La escalada de acusaciones evidencia la fragmentación del oficialismo. Con Morales fuera de la papeleta y Rodríguez compitiendo por otra sigla, la cohesión del MAS depende de cómo maneje esta crisis interna. Los insultos entre facciones podrían erosionar su apoyo en las urnas.