Evo Morales rechaza responsabilidad por movilizaciones a su favor

Evo Morales atribuye las protestas a problemas económicos y políticos, mientras sectores sociales exigen su inscripción electoral tras su exclusión avalada por el TCP.
El Deber

Evo Morales rechaza responsabilidad por movilizaciones a favor de su candidatura

El exmandatario atribuye las protestas a «problemas económicos, de justicia y democracia». Sectores sociales exigen su inscripción para las elecciones del 17 de agosto, tras su exclusión avalada por el TCP. Morales reveló negociaciones fallidas con aliados de UCS para usar su sigla.

«El pueblo no soportará la exclusión política»

Evo Morales, líder de las Seis Federaciones del Trópico, acusó al gobierno de Luis Arce de buscar «eliminar» a opositores. Advirtió que las movilizaciones continuarán: «En mi experiencia sindical, el pueblo se va a levantar». Criticó al TSE y al Ejecutivo por «imponer, condicionar y chantajear».

Frustrado acuerdo con UCS

Morales confirmó acercamientos con aliados de Unidad Cívica Solidaridad (UCS) para utilizar su sigla, pero el pacto se truncó por denuncias de falsificación de firmas contra ese partido. La diputada Senaida Rojas (CC) presentó pruebas al TSE, incluyendo «firmas diferentes para el mismo nombre en recibos», lo que podría cancelar la personería jurídica de UCS.

Un proceso electoral bajo tensión

El TCP ordenó resolver «de manera inmediata» los recursos legales contra partidos, consolidando la exclusión de Morales. El exmandatario prevé un escenario sin ganador claro: «Ningún candidato superará el 30% de votos y habrá más nulos o blancos».

Antecedentes: La batalla por las siglas

Desde 2020, Morales enfrenta obstáculos legales para postularse. En 2025, el TCP y el TSE han bloqueado sus opciones, mientras el MAS oficialista y Alianza Popular (con Andrónico Rodríguez) compiten separadamente. La Ley 1096, que regula la personalidad jurídica de partidos, se ha aplicado para inhabilitar alternativas opositoras.

Elecciones con sabor a conflicto

La presión social y las denuncias de fraude marcan el camino hacia los comicios de agosto. La advertencia de Morales sobre un posible levantamiento popular y las irregularidades en UCS reflejan la polarización. El TSE deberá decidir si rectifica su posición o mantiene el curso actual.