Mike Johnson pide al Senado no modificar el megaproyecto de ley
El presidente de la Cámara de Representantes advierte sobre el «equilibrio delicado». El proyecto, aprobado en la Cámara con dificultad, enfrenta presiones para cambios en el Senado. Johnson busca evitar alteraciones que compliquen su aprobación final.
«Un equilibrio difícil de alcanzar»
Mike Johnson instó a los senadores republicanos a «hacer las mínimas modificaciones posibles» al megaproyecto de ley. «Tenemos que operar dentro de lo posible», declaró a CNN, recordando que cualquier cambio requerirá una nueva votación en la Cámara, donde su mayoría es ajustada. La aprobación inicial fue «una tarea hercúlea», según el texto, que incluyó negociaciones complejas y una visita de Donald Trump al Capitolio.
Presiones contradictorias en el Senado
Algunos senadores, como Ron Johnson (R-Wis.) y Rand Paul (R-Ky.), critican el proyecto: el primero lo considera insuficiente para recortar gastos (busca reducir 6 billones de dólares), mientras Paul denuncia que «las cuentas no cuadran» y alerta sobre el aumento de la deuda. Otros grupos cuestionan los recortes a Medicaid y a créditos fiscales para energías limpias.
El reto de los números
Johnson recordó que necesita 217 votos para aprobar el texto en la Cámara, donde los republicanos tienen una mayoría mínima (220 escaños). «Representamos distritos y perspectivas muy diversas», subrayó, argumentando que el proyecto actual ya refleja el máximo consenso posible.
Un legado pandémico en disputa
El debate surge en un contexto de tensiones por el nivel de gasto público postpandemia. Ron Johnson defendió recortes «hasta niveles prepandémicos», mientras críticos advierten sobre el impacto en programas sociales y ambientales. La ley busca redefinir prioridades fiscales, pero enfrenta divisiones incluso dentro del Partido Republicano.
¿Se mantendrá el frágil consenso?
El futuro del megaproyecto depende de si el Senado respeta los límites señalados por Johnson. Cualquier cambio significativo podría romper el equilibrio alcanzado en la Cámara, donde la aprobación fue ya de por sí complicada. La disputa refleja las tensiones entre facciones republicanas sobre el rumbo fiscal del país.