Fermín Cueto disparó el primer cañonazo de la independencia boliviana
Documentos históricos revelan que el Capitán Fermín Cueto inició el ataque contra la Audiencia de Charcas el 25/5/1809. La investigación corrige versiones previas que atribuían el hecho a su hijo Jacinto. La familia Cueto fue clave en la gesta libertaria y la creación de Bolivia.
«El cañonazo que encendió la libertad»
Una carta de 1825 dirigida al Mariscal Sucre confirma que Fermín Cueto, capitán y comerciante, disparó el primer cañonazo contra la Audiencia de Charcas. El documento, rescatado por el historiador Salgueiro, detalla su participación en la revuelta y su posterior persecución por las autoridades coloniales. «Mi entusiasmo, no el interés, me inclinó a principiar en la guerra», escribió Cueto.
Los hijos que continuaron la lucha
Jacinto y Manuel Cueto, hijos de Fermín, lideraron la «republiqueta de Tomina» durante una década. Jacinto asumió el mando tras la muerte de Padilla en 1816 y fue pionero en proclamar la independencia del Alto Perú. Capturado en 1818, fue ejecutado por los realistas. Manuel, herido en combate, también sufrió persecución.
La universidad que incubó la revolución
La Universidad de San Francisco Xavier de Chuquisaca fue el epicentro ideológico de la independencia. Formó a líderes como Zudáñez y Monteagudo, quienes difundieron las ideas libertarias. El historiador Francovich destacó su rol como «centro de la conciencia americana».
Una familia en el corazón de la historia
Los Cueto representan el sacrificio de miles de familias en la guerra independentista. Fermín perdió propiedades y seguridad; Jacinto, la vida; y Manuel, su salud. Sus acciones en Chuquisaca y Tomina los consolidan como «padres fundadores de Bolivia», según concluyen los documentos.
El eco de un cañonazo bicentenario
La revelación sobre Fermín Cueto reafirma el carácter colectivo de la independencia. Mientras la historiografía ajusta detalles, su legado y el de sus hijos permanecen como pilares de la identidad boliviana.