Mansiones de oligarcas rusos en Londres se deterioran por sanciones
Propiedades valoradas en millones no pueden ser mantenidas debido a restricciones legales. Las sanciones impiden a dueños como David Davidovich reparar o vender sus inmuebles. Vecinos denuncian peligros y deterioro en el exclusivo barrio de Kensington.
«Palacios vacíos, problemas visibles»
Las mansiones en Prince of Wales Terrace, compradas por el oligarca ruso Davidovich en 2018 por £16 millones, están en «estado lamentable», según vecinos. Las sanciones británicas, aplicadas tras la invasión rusa de Ucrania, impiden incluso reparar ventanas rotas o tuberías. «Es un desperdicio de bienes inmuebles privilegiados», afirma un residente.
Vecinos en alerta
Los habitantes de Kensington reportan caída de escombros y daños por filtraciones de agua. El diputado local Joe Powell pidió al gobierno gestionar estas «consecuencias no deseadas» de las sanciones, advirtiendo que el abandono podría extenderse a más propiedades vinculadas a oligarcas.
Un laberinto legal sin salida
Para realizar mantenimiento, los sancionados deben solicitar permisos a la OFSI (Oficina de Sanciones Financieras del Reino Unido), pero «los trámites son lentos y complejos», explica la abogada Angelika Hellweger. Ejemplo: un edificio en el centro de Londres tuvo que usar baños portátiles porque no se pudo reparar su fontanería.
El precedente libio
Hellweger recuerda que propiedades del régimen de Gadafi, sancionadas en 2011, quedaron en ruinas o ocupadas. Pero el problema es mayor con los oligarcas rusos, dueños de «miles de millones en inmuebles londinenses», según Transparency International.
Londres, imán de capitales opacas
Kensington ha sido históricamente un refugio para fortunas extranjeras, muchas ocultas mediante sociedades offshore. Powell revela que 40% de las propiedades en el distrito tienen dueños anónimos. «No son parte de la comunidad; solo las compran y las abandonan», critica un vecino.
¿Quién pagará el plato roto?
Mientras las sanciones se mantengan, el deterioro continuará. Powell propone vender los inmuebles y guardar los fondos hasta resolver el estatus legal. El caso expone el desafío de gestionar bienes congelados en una guerra prolongada.