Bolivia es el segundo país que más bosques primarios perdió en 2024
La deforestación aumentó un 200% respecto a 2023, según el Observatorio Forestal Global. Los incendios y la expansión agroindustrial impulsaron la crisis, aunque el Territorio Indígena Charagua Iyambae destacó por controlar el fuego.
«18 canchas de fútbol por minuto»: la velocidad de la destrucción
Bolivia perdió bosques primarios a un ritmo récord en 2024, situándose solo por detrás de Brasil. Los incendios y la agricultura industrial —especialmente ganadería (57%) y cultivos como soya— fueron las causas principales. El fenómeno global emitió 3,1 gigatoneladas de CO₂, equivalentes a las emisiones anuales de la India.
Sequía y políticas que agravaron la crisis
Una sequía histórica y condiciones climáticas más secas prolongaron la temporada de incendios. El 12% del territorio nacional fue afectado, con graves consecuencias para comunidades rurales y urbanas (por el humo). El Gobierno eliminó cupos de exportación para soya y carne, rebajó aranceles a agroquímicos y ofreció moratorias de pago a productores afectados.
La excepción que inspira: Charagua Iyambae
Mientras la mayoría del país sufría, este territorio indígena controló los incendios por segundo año consecutivo. Su éxito se basó en sistemas de alerta temprana y políticas estrictas de uso del suelo, demostrando que la gestión comunitaria puede ser efectiva.
Un contexto de presión climática y agroindustria
Bolivia enfrenta una paradoja: mientras el mundo exige mayor protección ambiental, el país impulsa medidas para expandir el agronegocio. La deforestación no solo reduce biodiversidad, sino que intensifica el cambio climático, creando un círculo vicioso de sequías e incendios más frecuentes.
Lecciones en medio de la emergencia
El informe subraya que, pese al panorama crítico, ejemplos como Charagua Iyambae prueban que alternativas sostenibles son posibles. La deforestación récord de 2024 deja claro que el modelo actual necesita revisión urgente.