Transportistas de GLP se suman al paro indefinido de cisterneros
Más de 2.500 afiliados exigen aumento de tarifas por alza de costos operativos. La protesta, iniciada el miércoles, ha generado desabastecimiento de combustible en el eje troncal. Los distribuidores se adhirieron tras el incremento de precios de repuestos.
«No podemos operar con tarifas congeladas»
La Federación de Cisterneros del Oriente paralizó sus actividades porque las tarifas de flete no se ajustan al tipo de cambio paralelo del dólar. Maikol Montaño, su dirigente, explicó que «los repuestos y lubricantes se cotizan en divisa extranjera». Las 59 asociaciones acordaron la medida en asamblea.
Impacto en la población
Las filas en estaciones de servicio se han multiplicado, con ciudadanos esperando horas para adquirir diésel y gasolina. Los transportistas advierten con «medidas de presión más fuertes» si el Gobierno no resuelve el conflicto antes de la reunión convocada para el martes 27 de mayo.
Un diálogo en stand-by
La estatal petrolera citó a los cisterneros a una reunión en Santa Cruz, pero la respuesta formal llegó para el martes en La Paz. Montaño confirmó su asistencia, aunque esperan negociar en su región. «La solución debe beneficiar a ambos sectores», insistió.
La sombra del dólar paralelo
El conflicto surge por la disparidad entre costos operativos (indexados al dólar informal) y tarifas congeladas. Los cisterneros dejaron de importar combustible como protesta, arrastrando a distribuidores nacionales de GLP, cuyos gastos también se dispararon.
La bola de nieve que nadie detuvo
La protesta escaló de cisterneros a transportistas de garrafas, evidenciando la dependencia de insumos cotizados en divisa. Con reuniones postergadas y desabastecimiento creciente, la presión sobre el Ejecutivo aumenta mientras la ciudadanía soporta las consecuencias.