Gobierno boliviano garantiza seguridad electoral ante protestas de seguidores de Morales
La Policía custodiará los comicios del 17 de agosto tras la convocatoria de movilizaciones por parte de simpatizantes del expresidente para exigir su habilitación como candidato. El ministro de Gobierno calificó las acciones como un intento de alterar el orden democrático.
«Resguardo del proceso electoral en marco de la ley»
El ministro Roberto Ríos afirmó que se tomarán medidas «preventivas» para evitar conflictos durante las protestas anunciadas para el próximo lunes en La Paz. Los manifestantes, leales a Evo Morales, planean marchar hacia el TSE para exigir la renuncia del presidente Luis Arce y los vocales electorales. «Están intentando imponer candidaturas sin cumplir los requisitos», enfatizó Ríos.
Disputa por la candidatura
Morales, excluido del MAS tras su ruptura con Arce, busca postularse con el partido Evo Pueblo, que carece de personería jurídica. El TSE recordó que ni el FPV ni el Pan-Bol —partidos que intentaron avalar su candidatura— están habilitados por no alcanzar el 3% de votos en 2020. El expresidente insiste en su derecho pese a que el TCP limitó la reelección a «una única vez continua».
Un proceso electoral bajo tensión
Diez organizaciones políticas están inscritas para los comicios, donde se elegirá presidente, vicepresidente y renovará el Parlamento. El TSE anunció que el 6 de junio revelará los candidatos habilitados. Mientras, las protestas amenazan con aumentar la polarización en un escenario ya marcado por la pugna entre el oficialismo y los seguidores de Morales.
Raíces de un conflicto político
La crisis surge tras la fractura del MAS entre Arce y Morales, quien gobernó Bolivia por tres periodos (2006-2019). Su intento de postulación, pese a la prohibición constitucional, reactiva tensiones históricas sobre la reelección y el control del movimiento oficialista.
El país espera definiciones
La resolución del TSE y la capacidad del Gobierno para asegurar un proceso pacífico marcarán las semanas previas a las elecciones. La ciudadanía enfrenta un escenario donde la estabilidad democrática dependerá del cumplimiento de las normas y la contención de las protestas.