YPFB denuncia extorsión de cisterneros y amenaza con sanciones

La petrolera estatal advierte con rescindir contratos por bloqueos que afectan el abastecimiento de combustibles. Transportistas exigen aumento de fletes pese a acuerdos vigentes.
El Deber

YPFB denuncia extorsión de cisterneros y amenaza con romper contratos

La estatal petrolera advierte con sanciones y rescisiones por bloqueos que afectan el abastecimiento de combustibles. Los transportistas exigen aumento de fletes pese a acuerdos vigentes hasta julio. El conflicto paraliza rutas clave en el suroriente.

«Bloqueos son chantaje en momento crítico»

El presidente de YPFB, Armin Dorgathen, acusó al sector cisternero de utilizar bloqueos en Camiri y Yacuiba como «medida de extorsión». Los transportistas reclaman ajustes en fletes, aunque rechazaron una oferta inicial y firmaron una adenda sin incrementos hasta julio. «Amenazan con pinchar llantas, eso es un delito», señaló.

Sanciones inmediatas y alternativas

YPFB aplicará rescisiones de contratos, ejecución de garantías e inhabilitación por tres años si persisten los bloqueos. Dorgathen reveló que «el negocio es rentable», con pagos promedio de 50.000 bolivianos mensuales por cisterna. La estatal propone migrar a la modalidad DAP (libre mercado), pero los transportistas se resisten.

Impacto en el abastecimiento

Los bloqueos afectan la distribución de GLP en el Gran Chaco y la importación desde Paraguay y Argentina. Además, cinco buques con 150 millones de litros esperan en Arica por mal tiempo. YPFB convocó a una reunión este sábado, pero advirtió: «No se negocia con chantajes».

Antecedentes: Un conflicto con dólar de por medio

Los cisterneros alegan que los fletes no cubren costos por la compra de repuestos y dólares en el mercado paralelo. YPFB rechaza equiparar precios al tipo de cambio informal y critica que reciban diésel subvencionado mientras exigen tarifas de libre mercado.

El desenlace depende de la negociación

La crisis podría escalar si no hay acuerdo en la reunión del sábado. YPFB insiste en cumplir contratos vigentes, mientras el sector cisternero presiona por ajustes antes de julio. La población enfrenta riesgos de desabastecimiento en plena temporada alta de demanda.