El Partido Republicano impulsa un paquete económico con concesiones populistas
El 65% de los beneficios fiscales irían al 10% más rico. La propuesta en el Congreso de EE.UU. mezcla medidas para la clase trabajadora con recortes de impuestos a empresas y altos ingresos, reflejando tensiones internas en el GOP.
«Una factura con dos caras»
El proyecto incluye aumentos al crédito fiscal por hijos y cuentas de ahorro «MAGA» de $1.000 para niños, prometidos por Trump. Sin embargo, los análisis muestran que las mayores ventajas las obtendrían contribuyentes de altos ingresos, según la Oficina Presupuestaria del Congreso y el modelo Penn Wharton.
Reacciones divididas
Los conservadores tradicionales piden «recortes fiscales más profundos», mientras que halcones fiscales critican el posible aumento del déficit. 8 millones de personas podrían perder seguro médico por recortes a Medicaid, aunque la Casa Blanca defiende el paquete como un triunfo para la clase trabajadora.
El GOP en la encrucijada
El partido enfrenta tensiones entre su base tradicional (donantes de Wall Street) y el nuevo electorado obrero que apoya a Trump. El expresidente ha roto ortodoxias republicanas, como proponer controles de precios en medicinas o defender aranceles, generando debates internos sobre la identidad económica del partido.
El factor Trump
Algunos republicanos argumentan que el atractivo de Trump es su personalidad, no sus políticas, mientras otros ven necesario adaptarse al giro populista. «No hay una política conservadora clara ahora», admitió un exfuncionario anónimo.
Un partido en transición
El GOP históricamente priorizó recortes fiscales para estimular la economía, pero desde 2016 ha incorporado retórica proteccionista y medidas puntuales para la clase trabajadora. La expansión del crédito por hijos data de 2021, aunque con límites de ingresos.
El futuro económico del partido está en juego
El proyecto evidencia la lucha por definir la agenda post-Trump. Mientras algunos republicanos buscan consolidar el populismo económico, otros insisten en mantener las políticas tradicionales, dejando al electorado con mensajes contradictorios.