EEUU acepta polémico avión de Qatar como nuevo Air Force One

El Pentágono confirma la recepción de un Boeing 747 donado por Qatar, generando críticas por riesgos de seguridad y costes adicionales para los contribuyentes.
POLITICO
Persona subiendo las escaleras de un avión con un hombre de traje en primer plano.
Un individuo asciende por las escaleras hacia un avión identificado con un país, mientras otras personas observan desde abajo.

EEUU acepta polémico avión de Qatar como nuevo Air Force One

El Pentágono confirma la recepción de un Boeing 747 valorado en 400 millones de dólares. El jet, donado por Qatar, generó críticas bipartidistas por riesgos de seguridad y costes adicionales para los contribuyentes. La Casa Blanca lo defiende como solución temporal ante retrasos en la renovación de la flota presidencial.

«Un regalo con condiciones»

El portavoz del Pentágono, Sean Parnell, afirmó que la aceptación del avión cumple con «todas las normas federales», pero admitió que adaptarlo a los estándares presidenciales requerirá «cientos de millones de dólares» en mejoras de seguridad y comunicaciones. El Departamento de Defensa garantizará que cumpla los requisitos para transportar al presidente.

La justificación de Trump

El presidente Donald Trump defendió la decisión como una medida de ahorro, ante los retrasos en el programa de reemplazo de los dos Boeing actuales. Sin embargo, legisladores de ambos partidos cuestionan «los riesgos de aceptar un avión propiedad de un gobierno extranjero», según fuentes citadas en el texto.

Un debate que cruza fronteras

La polémica surge en un contexto de creciente escrutinio a los acuerdos militares y diplomáticos de EEUU con Qatar, país clave en Oriente Medio. En 2025, las tensiones por contratos de defensa y transparencia en donaciones ya habían generado roces en el Congreso.

Un avión que despega entre dudas

La implementación del jet qatarí como Air Force One dependerá de las auditorías de seguridad y los costes finales. Mientras, el debate sobre ética y soberanía en la aviación presidencial sigue abierto en Washington.