España extradita a esposa de narcotraficante uruguayo a Paraguay
Gianina García, vinculada al «Primer Cartel Uruguayo», fue trasladada este miércoles. La Policía española la detuvo en julio de 2024 en Madrid. Paraguay y Bolivia la investigan por lavado de activos y narcotráfico.
«Cansada de correr»: la entrega de una esposa buscada
Gianina García Troche, esposa del narcotraficante Sebastián Marset, llegó al Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi de Paraguay tras su extradición desde España. Su abogado afirma que se entregó voluntariamente, mientras las autoridades destacan la colaboración internacional para su captura. Declarará ante la Fiscalía paraguaya en las próximas horas.
La captura en Madrid
García fue detenida el 17 de julio de 2024 en el aeropuerto Adolfo Suárez de Barajas. La Policía española actuó tras una alerta de Interpol Uruguay y España. «Intercambio continuo de información» permitió ubicarla, según fuentes oficiales. Sin embargo, su defensa insiste en que ella se presentó para «solucionar el problema».
Acusaciones en dos países
En Paraguay, García es investigada por lavado de activos dentro del operativo «A Ultranza» (2022). Bolivia también solicita su extradición por delitos como tráfico de drogas y falsificación. Su marido, Marset, líder del PCU, sigue prófugo tras casi ser capturado en Santa Cruz en 2023.
Un cartel con eco en las redes
Marset ha aparecido en videos virales, incluso acusando al ministro boliviano Eduardo del Castillo. Su organización, el PCU, opera en múltiples países, lo que explica el seguimiento coordinado entre Interpol y las policías de Uruguay, España y Paraguay.
De Uruguay a Bolivia: una red bajo la lupa
El PCU es una de las organizaciones narcotraficantes más buscadas en Sudamérica. Marset evade la justicia desde 2023, mientras su caso expone los desafíos de la cooperación regional contra el crimen organizado.
Declaraciones pendientes y extradiciones en juego
El próximo paso es la declaración de García en Paraguay. Bolivia espera su turno para juzgarla, aunque la prioridad ahora es esclarecer su rol en el PCU. El caso refleja cómo las redes criminales cruzan fronteras, pero también la respuesta coordinada entre países.