TSE debe actuar con independencia ante recursos contra candidaturas del MTS
Analistas exigen que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) asuma su rol constitucional. Críticas surgen tras órdenes judiciales que impiden inscribir candidatos del Movimiento Tercer Sistema (MTS) a días de las elecciones. Expertos advierten que estas acciones judiciales podrían afectar el proceso electoral.
«El TSE no puede actuar como un registro civil»
La analista Susana Bejarano criticó que el TSE se comporte como «una instancia con menos poder que una oficina del registro civil». Durante el programa Así Decidimos de Unitel, insistió en que el órgano electoral debe ejercer su autonomía frente a las resoluciones de salas constitucionales de Beni y La Paz. Estas ordenaron no inscribir las candidaturas del MTS, que postula a Andrónico Rodríguez y Mariana Prado.
Conflictos judiciales y plazos electorales
La sala de Beni exigió suspender la participación del MTS «solo hasta la audiencia del 21 de mayo», mientras que la de La Paz respondió a un amparo presentado por María Maziel Terrazas, expulsada del partido. Bejarano subrayó que el TSE debe resolver el conflicto —calificado como «de bienes gananciales»— sin intervención del Tribunal Constitucional, especialmente en pleno proceso de inscripción de candidaturas.
Advertencia sobre injerencia judicial
El analista Gustavo Pedraza alertó que «un juez no puede interferir» en las funciones del TSE. Advirtió que, de no rechazarse estos recursos, la justicia interferiría no solo en el órgano electoral, sino también en «la situación interna de los partidos o incluso en los resultados electorales».
Elecciones bajo presión
El TSE enfrenta un escenario complejo: mientras avanza en la organización de los comicios, recursos judiciales cuestionan su autoridad para validar candidaturas. El MTS, aliado con Alianza Popular, busca competir pese a las resoluciones que paralizan temporalmente su inscripción.
Autonomía electoral en juego
El debate pone en evidencia la tensión entre poderes del Estado. La resolución del TSE marcará un precedente sobre su capacidad para garantizar elecciones libres de injerencias externas, en un contexto donde los plazos electorales añaden urgencia al conflicto.