Deuda interna de Bolivia con el BCB supera los Bs 128.000 millones en 2024
El financiamiento neto cuadruplicó el monto de 2017. Expertos alertan sobre riesgos de crisis monetaria, mientras el Gobierno defiende el uso de estos recursos para gasto social. La deuda pública total alcanza el 95% del PIB, nivel similar a la crisis de los años noventa.
«El BCB respalda el boliviano con deuda, no con reservas»
La deuda interna del sector público con el Banco Central de Bolivia (BCB) alcanzó Bs 128.900 millones en 2024, según datos oficiales. En 2017, el financiamiento neto era de solo Bs 3.023 millones. El economista Carlos Aranda advierte que la cifra real superaría los Bs 200.000 millones, con Bs 138.000 millones adeudados directamente al BCB.
Consecuencias monetarias
El 78% de la base monetaria boliviana está respaldada por deuda pública, frente al 4% que cubren las reservas internacionales. «El BCB solo puede ofrecer deuda pública, y eso no lo quiere nadie», señaló Aranda. Esto presiona el tipo de cambio paralelo, aumenta la inflación y reduce la confianza en el boliviano.
Respuesta del Gobierno
El Ministerio de Economía justificó el endeudamiento interno para financiar programas sociales como la Renta Dignidad, salud y educación. Atribuyó el incremento a la no aprobación de créditos externos por $us 1.800 millones en la Asamblea Legislativa.
De la pandemia a la dependencia estructural
El salto más abrupto ocurrió en 2020, cuando la deuda pasó de Bs 27.321 millones a Bs 52.638 millones, impulsada por el gasto durante la pandemia. El economista Germán Molina destacó que el modelo se volvió estructural tras el tercer mandato de Evo Morales, con créditos del BCB al TGN justificados inicialmente por emergencias.
Un boliviano con menos respaldo cada día
La deuda interna suma el 95% del PIB, nivel crítico según expertos. Sin reformas fiscales o acceso a crédito externo, el riesgo es una monetización de la deuda que devalúe la moneda, como ocurrió en Argentina con las LELIQs. El Gobierno insiste en que cumple pagos, pero los analistas ven señales de crisis estructural.