Firecrawl ofrece 1 millón de dólares para contratar tres agentes de IA
La startup respaldada por Y Combinator busca automatizar creación de contenido, soporte técnico y desarrollo. Los puestos están abiertos solo para inteligencias artificiales, con un salario de 5.000 dólares mensuales por agente. La iniciativa forma parte de una tendencia creciente en Silicon Valley.
«Agentes que nunca duermen y siempre producen»
Firecrawl, especializada en rastreo web para LLM, anunció tres vacantes para IA: un creador de contenido autónomo, un agente de soporte al cliente y un desarrollador junior. Según su fundador, Caleb Peffer, ya recibieron 50 solicitudes en una semana. «El futuro son ingenieros operando ejércitos de agentes», afirma.
Detalles de los puestos
El agente de contenido generará artículos SEO y tutoriales, midiendo métricas para mejorar su desempeño. El de soporte técnico resolverá tickets en menos de dos minutos, escalando casos complejos a humanos. El desarrollador junior priorizará issues en GitHub y escribirá código en TypeScript y Go.
El presupuesto incluye humanos
El millón de dólares también cubrirá a los creadores de estos agentes, ya sea como empleados o contratistas. Firecrawl admite que su «empleado IA ideal aún no existe», pero explora colaboraciones con startups especializadas en agentes autónomos.
Rastreo web con «guardarraíles»
La herramienta de Firecrawl extrae datos para LLM, pero evita prácticas abusivas: respeta robot.txt y limita el scraping a una vez por sitio. Muchos clientes son empresas que rastrean sus propios datos internos, según Peffer.
Silicon Valley apuesta por los agentes autónomos
La junta de empleos de Y Combinator refleja la demanda creciente de desarrolladores de IA autónomas. Firecrawl se suma a esta tendencia, aunque reconoce que la tecnología aún no reemplaza a los humanos. La viabilidad de estos agentes sigue siendo una incógnita.
¿Reemplazo o colaboración?
El experimento de Firecrawl prueba los límites de la automatización en roles creativos y técnicos. Su éxito dependerá de la capacidad de las IA para operar sin supervisión constante, en un mercado donde la expectativa supera a la realidad actual.