Trump anula límites de agua potable para cuatro químicos tóxicos
La EPA eliminará regulaciones sobre PFAS vinculados a cáncer y problemas inmunológicos. La medida afecta a sustancias presentes en casi la mitad del agua potable de EE.UU. La administración Trump argumenta necesidad de «flexibilidad», mientras industrias celebran la decisión.
«Revisión polémica para químicos persistentes»
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) anunció que eliminará los límites establecidos en 2024 para cuatro tipos de PFAS, sustancias químicas asociadas a cáncer y daños al sistema inmunológico. El administrador Lee Zeldin mantendrá las restricciones para dos variantes (PFOA y PFOS), pero «solicitará a un tribunal federal anular» las regulaciones de sus sustitutos: GenX, PFHxS, PFBS y PFNA.
Impacto en comunidades y empresas
La decisión beneficia a industrias como la electrónica y defensa, que usan estos químicos. El Consejo Americano de Química (ACC) celebró el cambio, aunque criticó que no resuelve todos los problemas. En contraste, grupos como Clean Cape Fear denuncian que «es una victoria para la industria, no para la salud pública».
Plazos extendidos y desafíos legales
Zeldin otorgará dos años adicionales a empresas de agua para cumplir con los límites vigentes. Asociaciones de servicios hídricos advierten que los costos seguirán siendo altos. Mientras, la EPA enfrenta otra batalla: decidir si mantiene la clasificación de PFOA y PFOS como «peligrosos» bajo la ley Superfund.
Un legado tóxico en el agua
Los PFAS, usados desde los años 40 en productos como sartenes antiadherentes y espumas contra incendios, persisten en el ambiente y el cuerpo humano. Pruebas de la EPA detectaron su presencia en 45% del agua potable estadounidense. Aunque algunos fueron prohibidos, las alternativas reguladas ahora también están en duda.
Salud pública en la cuerda floja
La medida divide a reguladores, empresas y comunidades afectadas. Mientras la industria evita costosas demandas, poblaciones cerca de bases militares o fábricas quedarán expuestas sin límites claros. La EPA promete «reevaluar», pero sin plazos definidos para nuevas regulaciones.