Trump concede estatus de refugiado a afrikáners sudafricanos

EE.UU. otorga estatus de refugiado a 49 afrikáners blancos bajo un programa acelerado, generando críticas por su enfoque selectivo en medio de restricciones a otros refugiados.
POLITICO
Un niño pequeño de pie junto a globos mientras varias personas observan en un espacio amplio.
Un grupo de personas observan a un niño pequeño que está de pie junto a globos con motivos coloridos.

Trump concede estatus de refugiado a afrikáners sudafricanos

49 afrikáners blancos llegaron a EE.UU. bajo un programa acelerado. La medida coincide con la reducción de admisiones para refugiados no blancos. Trump defiende la decisión alegando «genocidio» contra agricultores en Sudáfrica, mientras grupos humanitarios critican el doble rasero.

«No es por su raza, es por persecución»

El presidente Donald Trump justificó el lunes la concesión de estatus de refugiado a 49 afrikáners, una minoría blanca sudafricana, bajo un programa creado en febrero. «Es un genocidio del que no quieren hablar», declaró, refiriéndose a los ataques a agricultores. La llegada del grupo a Virginia contrasta con el bloqueo a refugiados de países como Sudán o Afganistán.

Acusaciones cruzadas

La Casa Blanca acusa al gobierno sudafricano de aplicar políticas «racistas y anti-blancas», incluyendo expropiaciones de tierras. Chrispin Phiri, portavoz de Exteriores de Sudáfrica, tachó las acusaciones de «infundadas», mientras la portavoz Anna Kelly defendió la medida como parte de la «agenda America First».

Un programa con requisitos étnicos

El Departamento de Estado exige a los beneficiarios ser sudafricanos, de etnia afrikáner o minoría racial, y demostrar persecución pasada o futura. El programa, creado por orden ejecutiva en febrero, acelera un proceso que suele tardar años. Grupos de refugiados denuncian que «prioriza a sudafricanos blancos sobre víctimas de guerras».

La sombra del apartheid

Los afrikáners, descendientes de colonos neerlandeses, impulsaron el régimen de apartheid en Sudáfrica hasta 1994. Trump alega que ahora son víctimas de discriminación inversa, aunque organizaciones internacionales no reconocen su situación como persecución sistemática.

Un debate que trasciende fronteras

La polémica refleja la polarización en la política migratoria de EE.UU., donde el gobierno prioriza a minorías específicas mientras restringe el asilo tradicional. La eficacia del programa se medirá por su impacto en las relaciones con Sudáfrica, cuyo gobierno rechaza las acusaciones de Trump.