India y Pakistán mantienen frágil alto el fuego tras cuatro días de ataques
Al menos 60 muertos y miles de desplazados en el peor brote de violencia desde 1999. La tregua, mediada por EE.UU., se anunció el sábado pero ambas partes se acusan de violaciones. El conflicto escaló tras un atentado en Cachemira el 22 de abril.
«Paz precaria» en una región nuclearizada
El alto el fuego «total e inmediato» se logró tras una «larga noche de conversaciones con mediación estadounidense», según anunció Donald Trump. Sin embargo, India denunció «repetidas violaciones» por parte de Pakistán, que aseguró actuar con «responsabilidad y moderación».
Zonas fronterizas: entre escombros y alivio
En Cachemira, habitantes como Bairi Ram perdieron sus hogares y ganado por los bombardeos. «Todo está acabado», declaró. En Poonch, el comerciante Hazoor Sheikh reabrió su tienda: «Por fin pudimos dormir tranquilos». Analistas como Praveen Donthi advierten: «Seguirá habiendo ataques de baja intensidad».
Raíces de un conflicto histórico
India y Pakistán se enfrentan desde 1947 por el control de Cachemira. La tensión escaló en 2019 cuando India revocó la autonomía de la región. El atentado del 22 de abril contra turistas hindúes —atribuido por India a grupos con sede en Pakistán— desencadenó esta última crisis.
Un respiro con sombras
La tregua fue calificada como «paso positivo» por civiles como Bilal Shabbir, pero la prensa paquistaní señala que «los próximos días serán decisivos» para su duración. China y la ONU monitorean la situación en una región donde cualquier escalada amenaza con consecuencias globales.