CIDH denuncia plan de Ortega para perpetuarse en el poder en Nicaragua
La Comisión Interamericana señala «graves y sistemáticas violaciones a los derechos humanos». El informe anual detalla reformas constitucionales y represión para eliminar la oposición. Publicado el 10/05/2025, revela un escenario de persecución religiosa y control total del Estado.
«Un régimen de concentración total del poder»
La CIDH acusa al gobierno de Daniel Ortega de instrumentalizar el aparato estatal para suprimir el pluralismo democrático. Según el documento, se aprobaron reformas constitucionales que «centralizan el poder en la Presidencia», incluyendo figuras de co-presidencia familiar. «El objetivo es eliminar cualquier disenso», subraya el texto.
Mecanismos de represión
Detenciones arbitrarias, torturas y privación arbitraria de nacionalidad figuran entre las violaciones. La CIDH alerta que la persecución «se extiende a simpatizantes del gobierno y sociedad en general», creando un clima de miedo. Las fuerzas de seguridad actuarían bajo órdenes directas para silenciar protestas.
Persecución religiosa
El informe incluye operativos contra la Iglesia Católica, con encarcelamiento de religiosos y restricciones a instituciones seculares. Ortega habría respondido así a críticas por su manejo autoritario.
Antecedentes: Una democracia desmantelada
Nicaragua acumula denuncias internacionales desde 2018 por represión a manifestantes. Las reformas de 2024 modificaron 100 artículos constitucionales, consolidando un modelo de «democracia directa» que anula contrapesos. La CIDH ya había advertido en informes previos sobre el cierre progresivo de espacios cívicos.
Implicaciones: Un país bajo control absoluto
El informe confirma la consolidación de un régimen totalitario en Nicaragua, con repercusiones para la población: exilio forzado, censura digital y criminalización de la disidencia. La comunidad internacional enfrenta el desafío de responder a estas violaciones sistemáticas.