Exboxeadora Jennifer Salinas es internada en centro de salud mental en EEUU
La boliviana-estadounidense sufre secuelas neurológicas por su carrera en el boxeo. Su madre vinculó su condición a los golpes recibidos y antecedentes familiares. La campeona fue ingresada tras exhibir conductas agresivas en público.
«Los traumas del ring»
Sandra Polanco, madre de Salinas, reveló que su hija «sufrió bastantes traumas en su cerebro por el boxeo», comparando su caso con el de Muhammad Ali. La exatleta, de 42 años, acumuló 15 años en el deporte, con su última pelea en Bolivia. Médicos advirtieron que «no aguantaría otra contusión».
Antecedentes familiares
Polanco mencionó que existen «condiciones mentales» heredadas, como depresión profunda en su abuela y problemas no especificados en su padre. Salinas fue diagnosticada con «desquicio».
De la gloria al colapso
La crisis se desencadenó cuando Salinas publicó videos amenazando a desconocidos, acusándolos de ser «agentes». Tras su arresto, fue ingresada en un centro de Virginia (EEUU) y sedada. «Ya no puede competir ni entrenar», lamentó su madre.
Trayectoria y raíces
Nacida en EEUU pero con familia cochabambina, Salinas vivió en Santa Cruz durante su infancia. Campeona de la Federación Universal de Boxeo (UFB) en 2015 (peso pluma), fue apodada «Reina Boliviana».
El precio de los puños
El boxeo profesional tiene altas tasas de daño neurológico acumulativo, como encefalopatía traumática crónica (ETC). Casos como el de Salinas reavivan el debate sobre los riesgos a largo plazo en deportes de contacto.
Un futuro incierto
El pronóstico de Salinas depende de su tratamiento, pero su caso ilustra las consecuencias irreversibles de los golpes repetidos. Su internamiento marca un giro trágico para una exatleta que llevó en alto el nombre de Bolivia.