La agroforestería gana terreno entre cafeteros del centro de Colombia
Solo el 5% de los pequeños caficultores es técnicamente eficiente. Colombia es el tercer productor mundial de café. Un análisis señala la adopción de sistemas agroforestales sostenibles en zonas como Meta, aunque persiste un bajo conocimiento técnico sobre manejo agroecológico.
Un cultivo entre la paz y el olvido
En la región del piedemonte andino-amazónico, particularmente en los municipios de Mesetas y Uribe (Meta), el café se cultiva bajo sombra de bosque nativo. Esta zona, históricamente afectada por el conflicto armado y los cultivos ilícitos, ve en el café una alternativa para la transición hacia la paz. Los campesinos, muchos desplazados, han formado una cooperativa para procesar y vender su producto, llamado «Cafeourmet».
Brecha técnica y desafíos de sostenibilidad
Existe una evidente falta de eficiencia técnica. Los productores manejan plagas como la broca con recomendaciones entre vecinos y productos químicos disponibles localmente. Muestran escepticismo o desconocimiento sobre prácticas agroecológicas, como el uso de compost o control biológico. La baja rentabilidad del café frente a otros cultivos es una preocupación generalizada.
Antecedentes: Un pilar económico con gestión deficiente
El café, parte del patrimonio cultural colombiano, representa hasta el 80% de las exportaciones totales del país. Sin embargo, solo el 5% de los pequeños agricultores es técnicamente eficiente, debido a manejos agronómicos deficientes, uso irracional de insumos y falta de control fitosanitario.
Cierre: Un llamado a la atención técnica y científica
La transición hacia sistemas sostenibles en esta región biodiversa y posconflicto requiere mayor apoyo. Es imperativa más investigación científica y asistencia técnica en manejo fitosanitario para los caficultores. El progreso de este cultivo agroforestal es clave para la consolidación de la paz y el desarrollo local en zonas históricamente olvidadas.