Soldados ucranianos fallecidos por suicidio no reciben honores ni compensación
No existen datos oficiales sobre suicidios en el ejército. Familiares y defensores de derechos denuncian el estigma y la falta de reconocimiento para estos militares, que son clasificados como bajas no combatientes.
Un duelo sin reconocimiento oficial
Kateryna relata que su hijo Orest falleció en el frente de Donetsk en 2023. El ejército determinó que fue por «herida autoinfligida». Ella no recibe compensación, honores militares ni reconocimiento público. La ley ucraniana clasifica el suicidio como pérdida no combatiente. «Algunos murieron bien, y otros murieron mal», afirma Kateryna.
Casos que cuestionan las investigaciones
Mariyana explica que su esposo Anatoliy se quitó la vida tras resultar herido en Bakhmut. Al ser suicidio, le negaron un entierro militar. Viktoria, en Lviv, duda de la versión oficial sobre la muerte de su marido Andriy. El ejército ha accedido a reabrir la investigación tras hallar irregularidades.
La lucha por un cambio en la ley
Una comunidad de apoyo en línea agrupa a unas 200 familias afectadas por suicidios militares. Su fundadora, Oksana Borkun, señala que existe un estigma social: algunas iglesias rechazan hacer funerales y los municipios no incluyen sus fotos en memoriales. El capellán militar Father Borys Kutovyi afirma que «cada suicidio significa que fallamos en algún lugar».
La respuesta institucional
La Comisionada para Derechos de los Veteranos, Olha Reshetylova, admite que su oficina recibe reportes de hasta cuatro suicidios al mes. Reconoce que no se hace lo suficiente y que se necesita una reforma sistémica, incluida una unidad de psicología militar. Reshetylova señala que «las familias tienen derecho a la verdad» y que en algunos casos un suicidio podría encubrir un asesinato.
Un problema sin cifras en medio de la guerra
Ucrania lamenta más de 45.000 soldados caídos desde la invasión a gran escala de 2022. Sin embargo, no hay estadísticas oficiales sobre suicidios entre los militares. Las autoridades los describen como incidentes aislados, mientras que los defensores de derechos humanos y las familias creen que pueden sumar cientos.
Las implicaciones del estigma y la falta de apoyo
La situación deja a las familias en un limbo legal y social, sin compensación y con un duelo no reconocido. La presión para reformar el sistema de atención psicológica militar y la clasificación de estas muertes se plantea como un desafío pendiente para las instituciones ucranianas, en un contexto donde la salud mental de los combatientes queda en segundo plano.