Dos estrellas de neutrones pudieron formar la primera superkilónova observada
Una explosión histórica a 1.300 millones de años luz de la Tierra, detectada en agosto de 2025, podría ser el primer caso de este fenómeno. Un estudio publicado en The Astrophysical Journal Letters analiza el evento, que combinó características de una supernova y una kilónova.
Una señal que desconcertó a los astrónomos
El 18 de agosto de 2025, los observatorios de ondas gravitacionales LIGO y Virgo detectaron una señal. El Zwicky Transient Facility del Observatorio Palomar identificó una fuente de luz roja que se desvanecía rápidamente, bautizada como AT2025ulz. Inicialmente se parecía a la kilónova GW170817 de 2017, pero luego se volvió más brillante y azul, lo que sugirió la presencia de hidrógeno típica de una supernova.
Una teoría para un evento doble
El equipo de Caltech, dirigido por Mansi Kasliwal, propuso que no era ni una kilónova típica ni una supernova clásica. Los datos de ondas gravitacionales indicaban que al menos una de las estrellas de neutrones implicadas tenía menos masa que el Sol. Los investigadores plantean que una estrella que gira rápidamente pudo explotar como supernova y dar lugar a dos estrellas de neutrones de baja masa, las cuales luego se fusionaron en una kilónova.
Antecedentes: La hipótesis de la superkilónova
El estudio detalla una explosión a 1.300 millones de años luz. Los astrónomos barajan que se produjo un evento doble: primero una supernova y luego la fusión de las dos estrellas de neutrones que generó una kilónova. Este fenómeno combinado es lo que se denomina ‘superkilónova’.
Cierre: Una teoría por confirmar
Los investigadores, incluido el coautor Brian Metzger de la Universidad de Columbia, enfatizan que su explicación es por ahora una teoría. Subrayan la necesidad de seguir estudiando candidatos similares para identificar de forma inequívoca una superkilónova, lo que ampliaría el conocimiento sobre el origen de los elementos más pesados del universo.