Avatar: Fire and Ash es la entrega más larga y peor valorada de la saga
La tercera película de la franquicia de James Cameron dura 197 minutos. El filme, que se estrena internacionalmente el 19 de diciembre, ha sido calificado con una estrella. La crítica señala que no funciona como historia independiente y que su estilo visual parece anticuado.
Una trama dispersa y personajes confusos
La crítica indica que la película no hace concesiones a quienes no son superfans. Asume que el público ya está inmerso en los personajes y su entorno, por lo que una historia completa y propulsiva es prescindible. El foco se desplaza de los protagonistas originales, Jake Sully y Neytiri, a sus hijos adolescentes, personajes descritos como difíciles de distinguir e igualmente molestos.
Efectos visuales que pierden impacto
El artículo sostiene que Pandora ha perdido su valor novedoso tras nueve horas de metraje similar. Mientras el primer filme parecía futurista, este parece una reliquia de una era anterior. El mundo generado por ordenador, antes inmersivo, ahora se percibe como poco realista y anticuado, comparable a un videojuego arcade viejo, lo que elimina la sensación de peligro en las escenas de acción.
De la innovación a la rutina
La primera película presentaba un escenario donde la humanidad, tras dañar la Tierra, explota los recursos de la luna Pandora, entrando en conflicto con los Na’vi. El marine Jake Sully transfería su mente a un cuerpo híbrido, se enamoraba de la princesa Neytiri y luchaba contra los invasores humanos.
Un futuro incierto para la franquicia
Con dos secuelas más planificadas, la crítica cuestiona la dirección de la saga. Se plantea cuánto más pueden alargarse y volverse indulgentes estos filmes, dado que el tercero ya es el más extenso y peor recibido. El tono general del artículo es de escepticismo sobre el futuro del proyecto cinematográfico.