Semana inestable en Santa Cruz con lluvias, vientos y calor extremo

Las temperaturas máximas alcanzarán los 36 grados en Chiquitania. El agrometeorólogo Luis Alberto Alpire pronostica una semana de condiciones atmosféricas variables en todo el departamento. Se prevén vientos fuertes, precipitaciones significativas y un incremento sustancial del calor, con una sensación térmica aún mayor debido a la humedad.

Pronóstico detallado por regiones

El Servicio de Agrometeorología reporta condiciones específicas para cada provincia. Andrés Ibáñez y Norte Integrado tendrán máximas de 33°C y vientos de hasta 70 km/h. Valles Cruceños registrará 30°C, mientras que Cordillera y Chiquitania llegarán a 35°C y 36°C, respectivamente. Todas las regiones experimentarán precipitaciones moderadas a fuertes al inicio y al final de la semana.

Fenómenos atmosféricos en secuencia

El lunes ingresarán vientos del norte con lluvias. Entre la noche del lunes y la madrugada del martes se prevé la entrada de un sur leve con corrientes intensas y precipitaciones. Los vientos del sur en la capital tendrán ráfagas de 60 km/h, pero su efecto refrescante será leve y de corta duración. Los vientos del norte prevalecerán el resto de la semana.

Riesgo inminente por saturación de suelos

El experto alertó sobre un peligro de desbordes. Las lluvias recientes han saturado los suelos, lo que impedirá una absorción adecuada de las nuevas precipitaciones. Esto implica un riesgo inminente para los ríos Piraí, Yapacaní, Ichilo y Surutú, pudiendo afectar cultivos, comunidades y vidas humanas.

Antecedentes: Una semana de contrastes

El pronóstico indica una sucesión de fenómenos. Se perfila una semana inestable con diferentes condiciones atmosféricas: fuertes vientos del norte, lluvias, un breve ingreso de vientos sur y altas temperaturas que se acrecentarán con la humedad. Estas condiciones se repetirán durante el fin de semana en todo el departamento.

Cierre: Implicaciones para la población

La combinación de factores supone un escenario complejo. La población debe prepararse para lluvias que pueden causar inundaciones y para una sensación de calor extremo que superará la temperatura real registrada. Las autoridades y comunidades en zonas de riesgo deben mantenerse en alerta ante la posibilidad de desbordes fluviales.